Mi gran regalo: Cuando dejé de fumar

Este mes en Madresfera, el tema es el tabaco, el dejar de fumar. Yo fui fumadora, así que quiero aportar mi experiencia al respecto.

No fumar, imagen de Opencliparts-Vectors en Pixabay

Empecé con casi 17 años, después de haber dicho y redicho que nunca fumaría; pero ya sabemos como es la adolescencia y al final sucumbí y lo probé. Empiezas sólo los fines de semana cuando sales, pero cuando te das cuenta ya fumas todos los días...Así estuve muchos años, y cuando me quedé embarazada de la mayor hace ya 15 años, no fui capaz de dejarlo del todo, necesitaba fumarme dos al día (después de comer y de cenar), incluso a veces un tercero. Pero no sé qué pasó cuando nació, que lo dejé de golpe, no podía pensar en fumar dándole el pecho.

Pero todo cambió cuando volví a trabajar, y más en aquella época en la que la ley antitabaco no existía, no sé si fueron los nervios de volver a trabajar, o que todo el mundo fumara a todas horas, pero volví a caer. Nunca he sido de fumarme un paquete al día, siempre he fumado poco, pero he fumado...Y la verdad, no me veía dejándolo, ni siquiera me lo planteaba.




Pero algo hizo click un día dentro de mí, y lo primero que decidí un día es que iba a dejar de fumar en el trabajo y por la calle, sólo fumaría en la terraza de mi casa (dentro de casa no se ha fumado nunca); al principio lo pasé fatal, olía un cigarro encendido y me daban unas ganas...Pero tenía que ser firme, porque algún día volvería a quedarme embarazada y no quería tener que dejarlo de golpe, quería estar desintoxicada del todo.

Y cuando ya tuve superado lo de no fumar en el trabajo y por la calle, me tocaba reducir en casa (en la terraza, ¿eeeh?Con niñ@s no hay que fumar en casa nunca). Lo que más le cuesta a un fumador (por lo menos a mí) es tomarse un café sin fumarse un cigarro, ese fue mi siguiente reto, y cuando ya decidí dejarlo del todo fue en el verano de 2013 en Menorca, allí pasé algún que otro altibajo, pero ya le dije adiós al tabaco para siempre.

COSAS A TENER EN CUENTA CUANDO DEJAS DE FUMAR

*El mono es muy malo, te cambia el humor, pero hay que pasarlo. Estarás unos días insoportable, pero una vez superado te sentirás muy bién.

*Prepárate para pasar costipados varios. O no, habrá gente que no pase por la limpieza que pasé yo, pero yo cogí un costipado, que derivó en gripe, y luego aún tuve que pasar la que fue mi última bronquitis. Sí, he dicho última, ¡desde entonces no he vuelto a coger ni una más!

Cajetillas, imagen de Myriams-Fotos en Pixabay

LAS GRANDES VENTAJAS DE DEJAR DE FUMAR

*Tu salud mejora y mucho. Yo soy alérgica a la primavera, y cada año la alergia desembocaba en bronquitis asmática, algo muy desagradable que me hacía ir con los sprays para arriba y para abajo e incluso alguna vez al hospital para que me pusieran oxígeno...Pues la alergia no se me quita, pero no he vuelto a tener una bronquitis desde 2013, y estamos a 2017.

*Todo sabe mejor. Y además no te das cuenta hasta que lo dejas tampoco, ¡todo sabe y huele mucho más!

*Se blanquean los dientes, y el dedo también. Sí, el dedo, ese con el que sujetas el cigarrillo, que se queda de color amarillo crónico. Y los dientes, madre mía, no había quién los blanqueara, tenía una mancha amarilla que no se iba de ninguna manera...Pues desapareció.

*Hueles mejor. Cuando uno es fumador no se da cuenta, pero desde que no fumo me doy cuenta enseguida cuando al lado me toca un fumador, sobretodo si acaba de fumar. El olor ya no sólo del aliento, también se queda en la ropa, el pelo...

*Sientes una liberación que no se puede explicar. Sí, me siento liberada del todo, yo tengo la certeza de que ya no voy a fumar más, me costó lo mío hacer click, pero ahora ya no hay marcha atrás, ya no tengo esa necesidad, no estoy atada a ese vicio, soy libre...




¿Necesitas alguna razón más? Yo creo que no, lo único que necesitas es tener ganas y echarle fuerza de voluntad, ¡todo son ventajas!