El valor de una ducha caliente

La maternidad es algo maravilloso,  al menos bajo mi punto de vista,  y por experiencia propia puedo decir que la lactancia también lo es.
Pero ojo, que todo lo que tiene de maravillosa lo tiene de dura en muchas ocasiones, sobretodo al principio. El bebé se pasa horas y horas enganchado a la teta, y algo tan simple como darse una ducha puede convertirse en una odisea.

Ducha, imagen de Pexels en Pixabay

"No será para tanto" te dirán algunos, pero eso es porque no se acuerdan o no lo han experimentado...

La cosa es que los primeros meses te puedes encontrar comiendo con el bebé en la teta, haciendo tus cosas con el bebé en la teta, y claro, no te puedes duchar con el bebé en la teta...Por desgracia, papá, que es el único que puede ayudar, tiene sólo 15 días de baja (ahora ya es un mes, pero sigue siendo una porquería de baja), así que tienes que esperar a que papá llegue de trabajar, y se quede con el bebé para que tú puedas meterte cinco minutos en el lavabo a darte una ducha rápida. Si el bebé está durmiendo mejor, te vas más tranquila, no porque papá no pueda atenderle, pero es que él no tiene teta.



Al fín te metes en la ducha, y notas la presión del agua calentita en tu cuerpo, con la falta que te hacía...Pero de golpe te parece que oyes llorar a tu bebé, por lo que apagas el grifo, pero entonces ya no oyes nada. Falsa alarma.  Entonces vuelves a darle al grifo, dispuesta a enjuagarte y disfrutar un poquito más del agua calentita, pero no puedes; es encender el grifo y escuchar llantos de tu bebé...¿Por qué pasará esto? Luego le preguntas a papá y no ha llorado, está en tu cabeza, pero eso ya hace que no disfrutes, te duchas de prisa y corriendo...

 Otro día te dispones a ducharte y te vuelve a pasar lo mismo; esta vez te piensas que vuelve a estar en tu cabeza, pero no, ¡esta vez es el bebé que está llorando de verdad! Así que a ducharse de prisa y corriendo, que el bebé reclama su teta y papá pobre lo consuela como puede, pero teta no le puede dar...

Secador, imagen de RyanMc Guire en Pixabay


¡De darte un baño ya ni hablemos! Eso es misión imposible los primeros meses, da gracias si te puedes lavar el pelo dos veces cuando te duchas, y olvídate de ducharte cada día, eso es un lujo que los primeros meses tampoco te podrás permitir. Secarte el pelo también es un lujo, pocas veces te va a dar tiempo...




Qué drástica me pongo, ¿no? Es que luego dicen que sólo hablamos de la parte edulcorada de la maternidad...Yo te digo que la maternidad te ayuda a valorar cosas tan simples como una ducha caliente, es algo que se convierte en un lujo...Pero no te preocupes, que el tiempo pasa volando, y cuando te des cuenta podrás volver a ducharte con más calma, y entonces lo disfrutarás como nunca, porque habrás aprendido a valorarlo.

Y no olvides que la maternidad está repleta de Primeras y últimas veces, disfruta a tope que lo que hoy te agobia posiblemente lo acabes echando de menos.

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Comentarios

  1. Jajajaja q genial y q cierto!!! Pero esas duchas eran "mi momento", tan necesarias....

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    1. Es que es un tema del que no se habla mucho, pero algo tan simple como una ducha, lo que cuesta! y encima corriendo, nada de alargarla mucho!! Gracias por comentar!!

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  2. Cierto! Duchas estres! Te duchas tan rapido q casi no te da tiempo ni a mojarte, jejeje
    Hace nada q lo vivi y de aqui nada lo volvere a vivir... asi q aprovechare las que me quedan por el camino, jejeje

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    1. Sí! Aprovecha ahora y pégate duchas laaargaaass!! Que de aquí unos meses ya sabes que te tendrás que duchar casi en seco como dices! Enhorabuena por tu embarazo, disfrútalo a tope que también pasa volando!! Besos!!

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